lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Cuál será tu último sueño en blanco y negro?


Este domingo se cumplieron 9 años desde que me fui de Caracas. De aquel 26 de septiembre de 2001 guardo muchos recuerdos.

1. Al llegar al aeropuerto, mi novia, el amor de mi vida, mi media naranja, mi currunchunchún florido, me besó larga y apasionadamente y después me dijo: - Te amo. Nos veremos en Barcelona en marzo, ¿okey?...

Ella nunca vino a Barcelona y jamás he vuelto a verla en persona. Pero lo cierto es que el recuerdo de aquel beso es muy bonito.


2. Frente al control de aduana y bajo la mirada de dos Guardias Nacionales, mi madre me abrazó con los ojos llenos de lágrimas. En voz baja y casi deteniéndose en cada sílaba, me dijo: - Juan, por favor, no vuelvas...

Años más tarde, en medio de una conversación telefónica le dije que aquella despedida me había marcado para siempre.
- ¿Por qué? - Me preguntó mi madre.
- No sé... Supongo que fue muy dramática. - Respondí.
- Pues entonces bórrale el "por favor" a tu recuerdo, y quédate con el "Juan, no vuelvas". - Dijo ella riendo.


3. Habían pasado sólo dos semanas del 11-S y la paranoia comenzaba a extenderse en serio. Justo antes de subir al avión, una señora que viajaba con su pequeño hijo a Madrid me hizo una de las preguntas más hermosas que he oído en mi vida: - ¿Crees que viajará algún terrorista en nuestro avión?


4. Horas después, mientras sobrevolaba el Atlántico y disfrutaba de un cigarrillo junto a un grupo de fumadores en un compartimiento del avión (sí, en aquel momento todavía se podía fumar en los aviones, y también se podía viajar con líquidos y con tijeras para las uñas), comenté que me resultaba imposible dormir dentro de autobuses y aviones, y entonces una simpática maracucha me ofreció un Valium para que pudiera echarme un sueñito. Volví a mi asiento y me desmayé antes de haber cerrado los ojos.

Entonces tuve un sueño corto, oscuro y muy borroso. Sólo recuerdo que había una chica a la que no puedo describir. Ella sostenía un arma, o al menos eso intuí, y la verdad es que no sé si llevaba una pistola, una escopeta o una ametralladora. Tampoco recuerdo el timbre de su voz. En realidad, lo único que no he podido olvidar durante estos 9 años son las palabras que me dijo y que resonaron durante días en mi cerebro:

- Juan, no hay paracaídas. ¿Cuál será tu último sueño en blanco y negro?



































































(Si has llegado hasta aquí abajo es porque eres una persona muy curiosa o muy paciente. Hace meses que voy coleccionando estas fotos. Cuando encontré la última, que es la que acabas de ver, sentí que la actriz Daliah Lavi me decía: - Juan, ¡ya es hora de comenzar a escribir una novela!
Creo que le haré caso.)